Esta receta me recuerda a mi pueblo (Molvízar). Cuando llegaba el panedero por las mañanas a la puerta de casa y las comprábamos para desayunar. Ummmmm, ese día había fiesta. También las vendían en la playa de Salobreña para merendar, oías a los vendedores vociferar: «¡tortas de chocolate!» y levantabas la mano para que se parara en tu sombrilla y poder comprarle una torta rellena (vociferaba de chocolate pero también las tenía de cabello). Desde hace algún tiempo ya no las traeb de cabello de ángel, que son las que me gustan, debe ser que la gente prefiere las de chocolate. Recuerdo que, aún mojada y tumbada al sol, merendábamos la torta y sabía a gloria. Espero que esta receta os guste tanto como a mí.
Ingredientes:
- 500 gr de harina de fuerza
- 200 ml de agua templada
- 175 ml de aceite de oliva
- 1 huevo
- 1 cucharada pequeña de sal
- 40 gr de azúcar
- 25 gr de levadura fresca (o un sobre de la seca de panadería)
- Matalauva al gusto
- 1 lata de cabello de ángel
Preparación:
Disolvemos la levadura en el agua templada. En un bol amplio ponemos la harina, añadimos el azúcar y vamos echando el agua con la levadura y mezclando todo. Incoporamos el aceite, la sal y el huevo y seguimos mezclando. Añadimos un buen puñado de matalauva y comenzamos a amasar hasta que nos quede una masa lisa. Formamos una bola y la dejamos reposar en un bol untado con un poco de aceite y tapada con un papel film durante 2-3 horas.
Pasado ese tiempo, desgasificamos la masa y la dividimos en dos (yo dividí en 4 porque hice 2 tortas). Con el rodillo extendemos una de las partes dándole la forma que más nos guste (redonda, cuadrada o en forma de bollo). Extendemos una cantidad generosa de cabello de ángel y pintamos el borde con un poco de agua. Tapamos con la otra parte y con los dedos o con un tenedor vamos presionando o formando un cordón por todo el borde. Dejamos reposar sobre papel de hornear en una bandeja de horno, tapada, durante 1 hora más o menos.
Espolvoreamos con azúcar y horneamos en horno precalentado a 200º durante una media hora. Tenemos que estar pendientes para que no se queme. Retiramos y dejamos enfriar sobre rejilla. Listo. ¡A disfrutar!
Juni Guisoteando 